Maratón de Sevilla 1-0 Kake

por | 24/02/2025

No siempre una preparación immaculada es sinónimo de éxito, al menos en distancias medias y largas. Y esta vez tocó que el Maratón de Sevilla, me diese una ostia de realidad que me puso en su sitio 🙂

Esta crónica espero que os sirva para acordaros que el Maratón es una distancia a la que hay que tener mucho respeto y sobre todo no creeros superiores a ella. Con que alguno de vosotros se acuerde de esto justo antes de correr un maratón y no la cague, ya habrá cumplido su objetivo!

Llegaba a Sevilla acompañado de los compañeros del Club (había una buena marea roja por Sevilla) para correr mi 3ª Maratón despues de Valencia 2017 y Madrid 2019. Mi mejor marca en Maratón fue ese 3h38 de Madrid, asi que, siendo un maratón llano y sin incidencias durante la preparación…porqué no soñar con ese sub 3h30¿?

La preparación fue casi immaculada como he comentado. Cumpliendo todos los entrenamientos, cortos y largos, de calidad, series, etc.

Este escenario es un arma de doble filo…te sientes bien. En forma. Sabes que puedes conseguirlo, pero al final, no deja de ser un maratón. Los nervios están ahí, no hay que dudarlo.

Ritmo objetivo real: 4´59″ (sub 3h30´).

Ritmo teórico a llevar: 4´52″ (para cuadrar el desfase de tiempo con lo que debería salir de kilometros)

Asi que, me coloco cerca del globo de 3h30´para intentar pensar lo menos posible. Bekkay a mi lado, con un objetivo similar, aunque en sus piernas tenía algo más.

Comienza el maratón. Me encuentro bien. Me doy cuenta que hay un poco más adelante otro globo de 3h30´asi que acelero un poco para cogerle.

Unos metros más alante, un nuevo globo de 3h30´(en este caso banderín) y a por él me voy. Cuando les alcanzo…decido continuar un poquito más y dejarles atrás. Ya me pillarán más adelante.

Asi que los km pasan y me acabo de ventilar los primeros 4 km en 19´02″ a un ritmo medio de 4´45″… el último km lo he pasado en 4´35″ .

En ese momento, y en una situación normal, uno ya sabe que se está equivocando. No es mi ritmo. Llevo el pulso alto, por encima de lo que debería (no debería pasar de 157 en ningun momento) y desde luego, el aviso es claro: Si sigues así vás a petar.

Pero en medio de un maratón, esas cosas a veces no se te pasan por la cabeza. En lo único que estás pensando es en lo bien que vas y lo bien que vas a quedar en la foto.

Continuo mi marcha en solitario y sigo sumando km sin darme cuenta de que la estoy cagando. O quizás si me daba cuenta, pero mi subconsciente me estaba traicionando. Siguen pasando los km.

Respecto a la nutrición, idea clara: agua en todos los avituallamientos y gel de 45gr cada 6 km aproximadamente. Ahí no me equivoco.

Como veis, los siguientes 7 km (hasta el 11) sigo a un ritmo fuera de lo marcado y con un pulso excesivamente alto (4´44″ en estos 7 km).

Por otro lado, habíamos calculado que la distancia de garmin sería menor de la que realmente es. Es decir, el reloj estaba marcando los km poco antes que lo que realmente eran, asi que el desfase no era tan exagerado. Podíamos haber rodado perfectamente a 4´57″ o 4´58″ para conseguir el objetivo.

Los siguientes kilometros son claves en mi maratón. Nos plantamos en el km 12 y es cuando me doy cuenta que empiezo a tener problemas y que la he cagado a lo grande. Me tomo el gel que toca, pero el cuerpo ya se empieza a dar cuenta de que el ritmo es demasiado alto para el objetivo y que no voy a ser capaz de seguir así mucho tiempo.

Decido bajar el ritmo y acercarme a los tiempos que me había marcado en un principio, pero ya es tarde. El cuerpo ya no está cómodo y he gastado demasiadas balas los primeros kilometros.

Las piernas ya no van bien y el pulso ya no baja de ahí. Malísima señal.

En el km 14 me pasa el grupo de Somo, Javi, Busto y Barril (pensaba que iban por delante, pero salieron tarde). Y desde ese momento ya comienzo a sufrir. Ya soy incapaz de mantener ese 4:52 objetivo, pero lo que es peor. El pulso sigue en valores altísimos.

Los siguientes km ya noto que la musculatura no está funcionando. Si fuese una media maratón, podría apretar los dientes y hacer un último sobreesfuerzo, pero me quedan 26 km por delante 🙁 . Voy a sufrir. Mucho.

Km 17 a 21: Estoy jodido. No tengo piernas. Me duelen. No puedo mantener el ritmo. Gel en el km 18. ya da igual. El pulso sigue alto. El ritmo cada vez peor. Intento aguantar estóicamente, pero se que es cuestión de tiempo que me venga totalmente abajo.

Al paso por la media maratón, estoy todavia dentro del objetivo (1h44´19″) pero es un espejismo y se perfectamente que mi tiempo va a estar alejadisimo de esa marca.

En mi cabeza ya empieza a sonar la retirada como opción desde hace unos cuantos kilómetros aunque no tengo ni idea de donde estoy y eso es una ayuda para evitar que me rinda del todo.

El muro ya me ha llegado hace kilómetros. Pensaba que cuando en Valencia me llegó el muro a los 26 km era demasiado pronto… me equivocaba.

Las piernas pesan ya muchisimo. Hay dolor muscular e impotencia, porque cuando te pasa esto, no eres capaz de mover las piernas a un ritmo normal. Los ritmos ya son exageradamente bajos y el pulso sigue disparado. Cuando he corrido durante la preparación a estos ritmos, no pasaba de 145-150ppm.

Estoy acostumbrado a sufrir en triatlon de media y larga distancia, pero esto es diferente. Algo de lo que no he hablado hasta ahora es que, cuando estás corriendo una maratón, hay un efecto motivación brutal cuando vas corriendo a un ritmo con gente a tu lado, y este efecto se invierte a lo bestia cuando bajas el ritmo y ves como una marabunta de gente te pasa por todos los lados y eres incapaz de mantener ningun ritmo. El de nadie. Llevo ya 12 kilometros siendo adelantado por todo el mundo y eso, al margen del dolor de piernas y de que el cuerpo no está en su ser, te hunde muchísimo.

Cartel km 25: Noto que ya no puedo mantenerme a ritmo sub6´km. Me paro. Me pongo a andar por primera vez. Por delante, más de 17 km de sufrimiento. ¿Que hago? ¿Sigo? Joder, que de gente hay. Corriendo y de público. Da verguenza pararse y andar, pero es que no puedo más. Pienso en como escaparme por alguna esquina de alguna calle sin que se note demasiado y quitarme el dorsal…pero soy demasiado acojonado. O orgulloso. Asi que sigo andando rápido.

1 minutos y medio despues, con el pulso ya bajo, vuelvo a correr. 10 minutos es lo que aguanto en este nuevo bloque. Consigo mantener un ritmo entorno a 5:45 con el pulso algo más bajo pero todavia exagerado para los ritmos (unas 154 ppm). Segunda parada. Es el km 27,41.

Lo que viene a continuación es más de lo mismo:

Unas ganas tremendas de retirarme. Un no saber donde estoy ni por donde se llega a la meta. El mirar las caras del publico y pensar que no te puedes retirar delante de tanta gente…

Y van pasando los km. Muy jodido. Muy despacio. Pero van pasando.

Aproximadamente, en el km 32 es cuando ya la cabeza empieza a pensar que puestos a haber sufrido lo que se ha sufrido, ya se puede aguantar 1 horita más y llevarte la medalla.

Ademas, consuelo de tontos, ya no eres el único jodido. El muro ya se ha llevado por delante a muchos corredores. Empiezas a adelantar gente. Es gracioso.

Hasta el km 32 había parado a andar un total de 6 veces. Es gracioso pero en medio del caos mental, haces tu táctica: «Venga, para en el cartel de Km, ando un minuto y medio y sigo corriendo. Y corro lo que quedan de los siguientes 2 Km».

Y asi, como las cosas tontas, pues voy avanzando. Desde el Benito Villamarín, punto por el que se pasa más o menos en el km 30, hay una parte muy mala: Ves de fondo la meta. La cabeza vuelve a pensar en la retirada pero… hay mucha gente viéndote.

El paso por la Plaza de España, espectacular, ya es un cambio de chip total. Ya hay que acabar si hemos llegado hasta aquí. No puedo rendirme. Es casi el km 35. Puestos a pensar…¿no queda tanto no?

Plaza España, lógicamente, me la hago corriendo. Lo de correr es un decir. Voy a 6min/km y a 150 y pico pulsaciones. El cuerpo ya no tiene capacidad para nada.

No lo he dicho pero a pesar del bajon, he seguido manteniendo la nutrición como pensaba, a 45 gr/HC cada 6 km. Vamos, que no he petado precisamente por defecto de hidratos.

Bueno, pues volvemos a ese km 35. Hasta el 37 corriendo. Minuto y medio andando y hasta el 39 corriendo. Buf. No puedo con mi alma, pero ya está hecho.

En otras circunstancias, habría pegado un acelerón con lo que me quedaba, para haber hecho esos 3 km finales casi a tope, pero es que no me quedaba absolutamente nada.

En este parón del 39 andando ya no soy capaz de bajar de 133 pulsaciones. Os podeis imaginar como está mi cuerpo. Venga, a correr otra vez. Km 39´83 de Garmin. 3h40´32″. Queda muy poco.

Ya no soy capaz de llevar un ritmo estable ni en esos rangos de velocidad. Me muevo entre algun pico a 5´50″ y algun tramo a 6´15″. El pulso con picos de 155.

Venga, ya hasta el final. En el km 41,23 de Garmin (3h49´28″) está el último avituallamiento. Estoy tan jodido y con tan poca fuerza que me cuesta correr por esa zona llena de vasos y mojada. Pero ya no queda nada y tengo que aguantar.

Acelero (por decir algo). Veo el pasillo de la recta de meta. Superacelerón final esos ultimos 400 metros donde consigo ponerme a 5´15″ y 166 pulsaciones (como está mi cuerpo, madre mia). Cruzo la linea de meta. Fin de la agonia. Lo he conseguido!

Al final, 3 horas 56 minutos 45 segundos despues, cruzo la Meta de Sevilla.

Como dato absurdo, la segunda media maratón la he hecho en 2 horas 12 minutos 26 segundos, lo que puede poner en contexto lo sufrido de esta medalla.

¿Ha merecido la pena? Pues por la compañia, la gente, el recorrido, sí. Pero no la cagueis. No merece la pena sufrir tanto. Y menos si encima lo haces cuando ya tienes la experiencia de otros maratones. Vaya pedrada hay que tener…

Como curiosidad final, mis primeros km de este maratón han supuesto:

-Mi 3ª mejor marca de siempre en 15K

-Mi 3ª mejor marca de siempre en 10 millas (16K).

Vamos entendiendo porque he petado tan pronto… 😀

3 pensamientos en “Maratón de Sevilla 1-0 Kake

  1. Pedro Baquero

    La verdad que he sufrido mucho leyéndote Kake, menudo relato!! hay que tenerlos cuadrados porque 27km de sufrimiento, mentalmente es un mundo interminable. Que tras todo lo contado hicieras sub 4h me parece un triunfo total, pero es verdad que te pasaste de frenada. Y me ha sorprendido porque mira que tu eres analítico en todo, tienes cristalino como alimentarte en carrera, has hecho los entrenos sin calentarte cuando los demás íbamos por la vida como los locos, tu preparación ha sido para enmarcar, con una evolución perceptible de tu estado de forma desde que iniciaste la preparación realmente impresionante…pero el día D a la hora H decidiste salirte un poco del guión, y la maratón no perdona.
    A mi me encantaría intentar ese sub 3:30, pero desde luego si eso supone ir a 4:52, lo veo lejísimos. Creo que intentaría ir a 4:58-5:00 y si consigo acercarme y me paso por un poco del tiempo objetivo lo veré como un milagro igualmente.
    Y es que la maratón es muy cabrona. Yo lo aprendí en Sevilla, como puede uno ir tremendamente sobrado en el 21 soñando con un paseo militar, pero luego llega el 30 y el desplome que puede uno llegar a sentir es infinito.

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    1. Kake Autor

      Gracias tio. Segun mis datos de Strava, me salieron un total de 42,48 km, por lo que el sub 3h30 estaba más cerca de lo que calculé (4´56″/km). Aun asi, probablemente, mejor táctica sea olvidarte de esa distancia final y centrarte en rodar a ritmo objetivo (4´59 – 5´00) y si llegas a los ultimos 5 km con piernas entonces ya intentas apretar y sino, tampoco pasa nada. Habrás conseguido estar muy cerca de esa marca objetivo.
      Pero nunca hacer lo que yo he hecho, que es crecerte y decir, por mis cojones me pongo a ritmo de medio maratón casi desde el principio jajaja.

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  2. Aurora Jiménez Blazquez

    Que buen relato Kake, quédate con lo bueno y por si tienes tentaciones de volver a repetir , con el aprendizaje de la experiencia y de los posibles errores.
    Tienes mucho potencial y de eso no hay duda, así que a olvidarse de lo malo y a por otro objetivo.
    Grande Kake.

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